Bibliografia

 Venganza o cuentas pendientes

C

uenta la historia que en una escuela de Morelia, Michoacán había un grupo de 12 brabucones que se la pasaban molestando a un niño desde que había entrado a la escuela y entonces un 31 de octubre el niño se fue con otro amigo a su casa para hacer la tarea, los brabucones los siguieron y a unas tres cuadras de la casa del niño los cercaron entre los 12 y los empezaron a agarrar a pedradas y cayeron al suelo y les seguían lanzando piedras hasta que el niño dejó de moverse los brabucones se espantaron y se echaron a correr. El amigo del niño le avisó a su mamá lo sucedido y entonces lo llevaron al médico y el médico les dijo que ya estaba muerto por lo que lo llevaron al panteón de la ciudad y  lo enterraron. A los brabucones los metieron a la cárcel y después conforme a su comportamiento cada mes sacaban a uno y el 31 de cada mes moría al que habían sacado y así pasó el año y el 31 de octubre sacaron al jefe de los brabucones fue el último por ser el jefe, por tener mal comportamiento y porque además ya tenía otros antecedentes. Y al sacarlo inmediatamente fue al cementerio a destrozar el cuerpo ya que se había enterado de lo de sus otros compañeros y no quería que le pasara lo mismo porque el pensaba que era una venganza del niño muerto, por lo que fue en la mañana ya que pensaba que los muertos solo salían a las luz de la luna y no a la del sol, pero cuando abrió la tumba todo se nubló y se topó con que el cuerpo estaba intacto de repente oyó varias voces al mismo tiempo le decían ----Alfredo, eres malo y pagaras por tus insolencias---- en ese momento volteó y no vio nada volteó a ver a la tumba y  algo le quitó la vida, de repente todo volvió a la normalidad y llegó la noche y vigilante vio el cuerpo de Alfredo tirado en el suelo sin ojos y con la panza abierta sin ningún solo órgano y todo seco con la cara pegada a los huesos. Nadie supo que pasó algunos pensaron que había sido el niño otros que era otro grupo de bandoleros que tenía cuentas pendientes con el pero nadie supo lo que pasó con Alfredo.

 

 

 

 

CHOQUE DE DOS VIDAS

DE: Adis Eduardo López Rodríguez

 

JUAN (hermano de Eduardo)

EDUARDO (hermano de Juan y novio de María)

MARÍA (novia de Eduardo)

MAESTRA (maestra de Juan, Elena, Memo y Diego)

MEMO (amigo de Diego y Elena)

ELENA (amiga de Diego y Memo)

DIEGO (amigo de Memo y Elena)

POLICÍA (policía de tránsito)

SEÑORA DE LA TIENDA

MAMA (mama de Juan y de Eduardo)

DOCTORA

 

 

 

JUAN: (bostezando) Ya van a dar las 10 y yo me tengo que ir a trabajar.

 (Juan se sale del escenario y entran María y Eduardo)
(Suena una campana)

EDUARDO: María, María despierta María ya son las 9:30.

MARÍA: (bostezando) Que, que paso.

EDUARDO: Que ya van a dar las 10.

MARÍA: (apresurada) Pues ya vámonos que se nos hace tarde.

POLICÍA: (está parado a mitad de la calle pitando con su silbato) Hey tu el del carro blanco deja pasar al del carro azul (lo dice hacia las piernas del escenario, luego se va a la tienda) Quibo doña me da unas papas y un chesco porfas.

SEÑORA DE LA TIENDA: Si allá voy espéreme (después de un momento) tenga (le entrega sus cosas y le dice) serian once cincuenta.

POLICÍA: Gracias. (Le entrega el dinero y sale)

(María y Eduardo toman los carros y se van de unas piernas a otras)(De repente aparece Juan atrás del público ya también con el carro)(y se va corriendo al escenario, ya que llega al escenario se detiene y hace como si se fijara quien viene camina un poco y de repente suena el sonido de un clacson aparecen Eduardo y María luego se estrellan contra Juan y justo en el momento donde chocan se oye el sonido del electro cardiograma cuando esta fibrilado)(Obscuro)(Salen María y Eduardo, entran la maestra, Memo, Diego, Elena y Juan,  traen sillas, se sientan en ellas)

MAESTRA: Ahorita les voy a dar sus exámenes.

(Hacen como si se pusieran a escribir)

ELENA: Ya termine.

MEMO: Ya termine.

DIEGO: Ya terminé.

JUAN: Ya termine.

MAESTRA: Elena 9, Sebastián 9 Adis 9 y Juan (un poco enojada e indecisa) tu sacaste 6.

(Memo, Diego y Elena se ríen y salen)(Se proyecta algo que diga al día siguiente, la maestra esta parada y Juan está sentado en la silla)

MAESTRA: (un poco enojada) No, seis no, no voy a permitir que vengas a esta escuela a sacarte 6 tienes que ponerte la pilas. (Le da una hoja)

(Juan hace como si se pusiera a escribir le entrega la hoja a la maestra)

JUAN: Ya maestra.

MAESTRA: No, siete no, hazlo otra vez.

JUAN: Ya maestra.

MAESTRA: Ocho, nada mal pero… ten el que sigue.

JUAN: Ya maestra.

MAESTRA: Siete… ten el que sigue.

JUAN: Ya maestra.

MAESTRA: No, otro siete ¿qué te pasa? ¿qué haces cuando tienes que estudiar? Mañana son los exámenes finales y si repruebas te vamos a expulsar, a ver qué pasa contigo. (sale)

(Aparece una proyección que dice al día siguiente, llegan Diego, Elena y Memo)

MAESTRA: Bueno les voy a dar sus últimos exámenes.

DIEGO: Mejor ya ni le dé examen a Juan ya sabemos que va a terminar con un 6.

(Memo y Elena se ríen hacia sus adentros, la maestra se le queda viendo fijamente a Juan)

(La maestra entrega los exámenes y los hacen)

DIEGO: Ya maestra.

ELENA: Yo también.

MEMO: Ya.

JUAN: Ya maestra.

MAESTRA: Diego 87.

DIEGO: Nada mal, bueno más que Juan es seguro que voy.


MAESTRA: Memo 90.

MEMO: Yes (hacia Diego) Ha, ha.
MAESTRA: Elena 92.

ELENA: (hacia Diego) Si ha, ha te sacaste un 8 y yo un 9.

DIEGO: (arremedándola) Hay si mira quien lo dice.

ELENA: (gritando) Cállate.

MAESTRA: (lo dice un poco enojada) Hey dejen de pelear por favor.

DIEGO Y ELENA: Si maestra.

MAESTRA: Y Juan (hace una pausa de sorprendida) 95.

MEMO, DIEGO Y ELENA: (como entre enojados, espantados y sorprendidos)
¿Queeeeeeeee?

(Obscuro)

EDUARDO: Llevamos tiempo juntos pero no te he preguntado de que escuela vienes.

MARÍA: Vengo de la UADY.

EDUARDO: ¿Y esa cual es?

MARÍA: Es una que está en Mérida Yucatán de donde vengo.

EDUARDO: Ha ya, y que pasó por qué llegaste hasta acá

MARÍA: Hubo un momento en el que ya no podía pagar la escuela y mandé mi solicitud a varias y esta fue la única que me respondió y así fue como vine a esta.

EDUARDO: ¿Y no extrañas a tus compañeros, tu mama, tu familia?

MARÍA: Si un poco pero ya no tanto, a la que si extraño mucho es obviamente mi mama.

EDUARDO: (con tono de recordando recuerdos malos) si te entiendo yo también extraño a mi mama.

MARÍA: Por cierto y tu mamá, nunca la he visto.

EDUARDO: Pues tuve una discusión con mi mamá, entonces me salí de la casa y me fui con mi hermano, después de varios días llego mi papá y me trajo dinero, me digo que le había dicho mi mama que me dijera que me buscara una buena escuela y yo los tiré de a locos pero luego mi hermano me digo que era un estúpido que si me consiguiera una escuela que por qué a él le había salido una beca en no sé dónde y se iba a ir por varios años y luego le dije que ya me había gastado el dinero y me digo que consiguiera trabajo y a si fue como empecé a trabajar en el bar conseguí la lana y empecé buscar escuela finalmente encontré esta y entré a la escuela.

MARÍA: Y que sabes de tu mama.

EDUARDO: Na da la última vez que la vi me dijo que nunca más en su vida me quería ver.

MARÍA: Y porque te peleaste con ella, y que le hiciste para que ya no te quisiera ver.

EDUARDO: Bueno me dijo que tenía un hermano aparte del otro que ella dio en adopción quesque por que ya no podía mantenernos a los tres y yo la dije que fumaba.

MARÍA: ¿Y por qué le dijiste eso?

EDUARDO: Me dolió la noticia, tenía que hacerla enojar.

MARÍA: ¿Tenías que?

EDUARDO: Sí tenía que

MARÍA: Bueno y que sabes del.

EDUARDO: De quién.

MARÍA: Pues de tu hermano de quién más.

EDUARDO: Pues si verdad, nada no sé nada sobre el de hecho ni siquiera sé cómo es o como se llama nada.

MARÍA: ¿Entonces tu mama no te ha dicho nada?

EDUARDO: No, no me ha dicho nada y siempre que alguien lo menciona se pone a chillar.

MARÍA: (Interrumpe)Llorar

EDUARDO: Hay es lo mismo.

(Obscuro)

JUAN: (agitado se fija en su reloj) Ya van a dar las 10.

(Juan se sale del escenario y entran María y Eduardo)
(Suena una campana)

EDUARDO: (agitado también se fija en su reloj) María, María despierta María ya son las 9:30.

MARÍA: (traga saliva del susto y se oye agitada) Que, que paso.

EDUARDO: Que ya van a dar las 10.

MARÍA: (apresurada) Pues ya vámonos que se nos hace tarde.

POLICÍA: (está parado a mitad de la calle pitando con su silbato luego se va a la tienda) Quibo doña me da unas papas y un chesco porfas.

SEÑORA DE LA TIENDA: Si allá voy espéreme.

(María y Eduardo toman los carros y se van de unas piernas a otras)(De repente aparece Juan atrás del público)(Y se va corriendo al escenario ya que llega al escenario ase como si se figara quien viene camina un poco y de repente suena el sonido de un clacson aparecen Eduardo y María de repente se estampan contra Juan y justo el momento donde chocan se oye el sonido del electro cardiograma cuando esta fibrilando)

POLICÍA: La ostia. (Se lleva la mano a la cabeza y entra el obscuro)

MAMA: ¡Ho no! Eduardo (se da cuenta de que esta Juan hay y se sorprende) Fransisco hijo como estas… lo siento no quise darte en adopción pero es que me era imp… (Juan interrumpe)

JUAN: Ya no te preocupes ma, ya paso lo importante es que estoy y estas bien.

MAMA: ¿De verdad estas bien Francisco?.

JUAN: (riéndose)Ha chin… ¿Francisco?

MAMA: (Cabizbaja)Sí te cambiaron el nombre, (A Juan)es que así te puse yo.

MAMA: Juan.

JUAN: Si ma.

MAMA: Vez a ese hombre

JUAN: Lo veo

MAMA: Es tu hermano

JUAN: ¿Queeeeee? No juegues con eso ma

MAMA: No estoy jugando es tu hermano.

(En ese momento Eduardo va despertando)

EDUARDO: (espantado) ¿María donde estas donde estas?

DOCTORA: La señorita sufrió graves golpes y pues ella… si... lamento decírselo pero... la señorita... ¡Falleció!

EDUARDO: (entre enojado con Juan y con sigo mismo, espantado y asombrado) No, no, no, no por favor eso no paso !dígame que no paso¡

DOCTORA: Se lo puedo decir pero le estaría mintiendo.

EDUARDO: (gritando) !NO¡

DOCTORA: Me voy.

MAMA: Lo lamento mucho.

EDUARDO: No importa se fue, nadie la va a regresar ni siquiera tus lamentaciones, ¿pero tú qué haces aquí que no ya habías decidido no verme nunca más en tu vida?

MAMA: Si pero no iba a dejarte tendido en un hospital y tu padre no va a salir de su tumba en Tijuana para venir hasta acá he.

EDUARDO: Perdón es que no es fácil.

MAMA: Si, yo más que nadie en esta sala se que no es fácil, vez a ese hombre

EDUARDO: Si, fue el imbécil que asesinó a mí mujer.

MAMA: Bueno pues ese imbécil es tu hermano.

(Obscuro) (Se cierra telón)

 

 

Publicado en La Jornada Morelos, el 29 de enero de 2009.

 


EL DÍA EN QUE LA TIERRA SE DETUVO

 

I.

u

na vez uno de esos hombres que piden limosna pero también son predicadores que decía:

—Algún día, Dios va a estar tan harto, pero tan harto de la humanidad, que un día va a detener el tiempo y nada se va a mover. Primero va a haber un temblor muy leve: de un minuto; pero que si fuese más fuerte, será porque Dios va a estar realmente enojado. Luego, las luces van a hacer corto circuito y, por último, todo se va a detener. Pero hay una persona que nos puede salvar. Es un hombre de barbas largas, cabello largo, y alto. Hay que encontrarlo antes de que pase todo esto.

Sin embargo, alguien llamó a la policía pidiendo que se lo llevaran “al bote”, a la cárcel, pues; así que cuando llegó la policía y se lo estaban llevando, se fue diciendo que cuando pasara lo del temblor lo empezaran a buscar rápido o todos se iban a morir en la eternidad; ésa eternidad que según Shakespeare empezará cuando el mundo se quede completamente quieto.

Mientras tanto, no muy lejos de ahí, en un departamento todo derruido, vivía un señor de barbas largas, cabello largo, y alto. Estaba el hombre en su casa tomándose un café y comiéndose un pan cuando, de repente, se le cayó la taza. Todo se empezó a mover y comenzaron a escucharse los gritos de gente que corría. El hombre se resguardó bajo su cama sin saber qué hacer, hasta que todo estuvo en calma. Salió y se dio cuenta de que todos miraban hacia un lugar en especial, donde él también se asomó. Se veía mucho polvo; luego el polvo se fue quitando poco a poco. El hombre volteó a ver a las personas para cerciorarse que era allí donde él veía que ellas miraban; y, sí, al volverse se dio cuenta de que miraban hacia una inmensa torre, dizque para saber: si no se había caído es que el terremoto no había estado tan fuerte, como lo predijo el pordiosero, y no se había caído.

El hombre empezó bajó por las escaleras, abrió una puerta y salió del edificio. De pronto, las luces hicieron corto circuito y empezaron a saltar chispas por todas partes. Para esto, las personas ya se habían puesto a buscar al hombre que mencionó aquél pordiosero predicador. Cuando vieron que las luces empezaron a hacer corto circuito lo empezaron a buscar más rápido aún, hasta que alguien llegó a la calle donde vivía el hombre de barbas largas, cabello largo, y alto, y lo vio.

—¡Oye –gritó–, ¿tú eres el que nos va salvar? Nos lo dijo un hombre a mí y a mis vecinos!

—¿Qué? Perdón, no te escuche –respondió el hombre de barbas largas, cabello largo, y alto.

—¡Que tú nos vas a sal…

Todo se detuvo, menos él. Le pareció un poco raro y se sentía un poco raro. ¿Por qué los demás se quedaban quietos y él no? Toda la ciudad se sentía vacia.

 


II.

En la cárcel, un policía le decía al pordiosero:

—Maldito mentiroso, Dios no existe.

Y el pordiosero contestaba:

—Tal vez tú no lo veas, maldito ciego.

Fue cuando el policía se volvió con violencia y le dijo:

—¡Mira estú…

Todo se detuvo, menos el pordiosero, y se escapó.


III.

—¡Sálvanos por favor, sálvanos! –le dijo el pordiosero al hombre de barbas largas, cabello largo, y alto, tan pronto lo encontró. De repente, los dos vieron que se empezó a levantar un templo mexica, cruzado con tlaxcalteca, tecpaneca, acolhua y xochimilca.

Entonces, el pordiosero le dijo al hombre:

—Ven, vamos.

—Sí –dijo el hombre, sin saber porqué decía que “sí”.

Yendo hacia el templo, el pordiosero le dijo:

—¿Ves ése círculo de agua que está al fondo?

El hombre asintió por única respuesta.

—Vamos para allá. Ése es tu futuro.

Cuando se empezaron a acercar apareció de la nada un ángel negro, con plumas, cuernos, cola larga y venenosa, y alas. El ángel se paró enfrente del círculo y les empezó a lanzar fuego, por lo que los dos hombres intentaron alejarlo del sitio. Cuando lo consiguieron, se metieron al círculo los dos al mismo tiempo, para luego salir fusionados en uno solo. Pelearon con el ángel, que había vuelto, hasta que lo vencieron, y sólo entonces se desunieron. El templo se fue y todo regresó a la normalidad.

El hombre de largas barbas, cabello largo, y alto, miró luego al pordiosero y le preguntó:

—¿Quién eres tú? ¿De dónde vienes? ¿Para qué viniste?

A lo que el pordiosero contestó:

—Yo soy tú, vengo del Cielo. Dios me mandó para salvarte a ti y al mundo; pero tenía que hacer que tú lo salvaras para que aprendieras que tú también puedes hacer cosas que ayuden a la gente.

—Oye –dijo entonces el hombre– hay una pregunta que…

—No, Dios no es como nos lo imaginamos –interrumpió el pordiosero– es muy diferente. Y, antes de que el hombre de barbas largas, caballo largo, y alto, pudiera siquiera intentar hacerle otra pregunta, desaparecio.